LAS TRADICIONES CHAMÁNICAS.
Las tradiciones chamánicas mantienen con vida la cultura, la propia identidad y la historia colectiva.
La nuestra se basa en permanecer conectados a la Madre Tierra, en honrar a sus espíritus y mostrarles nuestro respeto para que todo permanezca en armonía.
Ya no os acordáis del tiempo en que todo era otorgado por la Madre Tierra, cuando los animales que cazábamos nos proveían de comida y los abrigos y las casas nos los prestaba la naturaleza.Cuando las medicinas prevenían de las plantas y de los árboles.
Entonces todo lo que nos regalaba la Madre Tierra y sus espíritus era honrado y les dábamos continuamente las gracias por seguir ayudándonos.
Nuestras ofrendas les agradecían que siguieran alimentándonos y después comíamos la carne de la caza y aprovechábamos las pieles para abrigarnos. Nunca se desperdiciaba nada.
Las tradiciones chamánicas y el universo
El Universo es una intrincada red de conexiones por donde se transmite la sabiduría a lo más hondo de nuestras almas.
Cuando nos sentimos conectados realmente “conocemos” la realidad de las cosas. Entonces los espíritus de la naturaleza nos cuentan qué árboles, plantas o frutos necesitamos para sanar, para ayudar a otros y seguir creciendo en nuestras vidas.
Ellos representan a los guardianes de nuestro entorno natural y también de las personas. En el pasado estaban en permanente contacto con nosotros y nos guiaban en nuestro devenir como pueblo.
Por eso perdemos nuestra identidad al perder las tradiciones, al desconectar de nuestro espíritu y del de nuestros guardianes.
LOS ESPÍRITUS DE LOS PUEBLOS CHAMÁNICOS.
Solo el amor y respeto a la Madre Tierra y a nuestro propio ser nos hará volver a sentirnos vivos.
Aquellos espíritus formaban también parte de la familia y los honrábamos para que se sintieran felices y no nos abandonaran. Un pueblo estaba muerto sin sus espíritus, perdía la conexión y con ella la ayuda y el conocimiento para seguir vivo.
Todo estaba en relación con la Madre Tierra y los espíritus de las personas. Cuando nacían los niños rogábamos que les guiasen en esta nueva existencia mediante una ceremonia familiar en la que se pedía que toda su vida fuera bendecida por los espíritus.
Pero nosotros no les otorgábamos animales de poder, sino que los ofrecíamos a los espíritus de la naturaleza para que ellos escogieran al niño.
El chamán tan solo invocaba al poder de los espíritus para que ellos actuaran.
La muerte era otro proceso importante para nuestra cultura. Cuando alguien estaba a punto de abandonar su cuerpo, los chamanes pedíamos a los espíritus que su alma no se perdiera, que se la guiase a los Otros Mundos para que así pudiera volver de nuevo.
Enterrábamos los cuerpos al lado de grandes árboles y ellos conseguían que se fundieran con la Madre Tierra, conectando de nuevo su alma con esos Otros mundos.
Pues los árboles son quienes comunican a las dos realidades.
Durante los solsticios y cambios de estación se realizaban rituales para que los espíritus que se despiertan, los que se van a dormir y los que vigilan conserven la energía necesaria para que todo siga sincronizado.
Todo es un proceso compartido, todos estamos conectados, todos somos hijos de la Madre Tierra.
Por eso es tan importante mantener las tradiciones, porque son el camino del recuerdo y las herramientas de que dispone el pueblo para no sentirse perdido en el vasto mundo de las Almas.
fuentes de inspiracion:
https://es.wikipedia.org/wiki/Wikipedia:Portada
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